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Fernando Alonso


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Fernando Alonso

Cuando cumplió 40 años, Fernando Alonso regresó a la Fórmula 1 tras una ausencia de dos temporadas. Lo hizo con Alpine, la nueva marca del equipo Renault de F1, mismo con el que ganó los Mundiales del 2005 y 2006. Con ellos quería buscar un tercer título mundial. Ahora persigue el mismo sueño, pero con la histórica marca británica, Aston Martin. Si lo consigue, será el primer hombre mayor de 40 años en hacerlo desde Jack Brabham en 1966.

El ascenso de Renault

El momento del regreso de Alonso fue especial en más de un sentido. No sólo lo hizo en el año en que cumplía 40 años, sino que además se cumplían exactamente 20 años desde su debut en la Fórmula 1. Tras un título en el Euro Open de Nissan, (vinculado a Renault), y una buena temporada en la Fórmula 3000, Minardi le dio una oportunidad en la F1 en el 2001.

Mostró buena velocidad en esa primera temporada, pero Flavio Briatore, su mánager y jefe de equipo de Renault, pensó que era demasiado pronto para dar a su protegido un asiento de carreras. Por ello, en el 2002 el español pudo trabajar para el fabricante francés como piloto de pruebas y reserva. No fue hasta que Jenson Button fichó por BAR en el 2003 cuando Alonso tuvo la oportunidad de realmente mostrar su talento al mundo.

Esa primera temporada fue un éxito inmediato. Con dos poles y una victoria, Alonso superó todos los resultados que el equipo moderno de fábrica, Renault, había conseguido desde aquellos días en los que corrían bajo el nombre y los colores de Benetton, con Michael Schumacher. Renault iba para arriba y Alonso era el hombre ideal para llevarles de la mano.

El resultado fueron dos títulos mundiales en el 2005 y 2006. Para ello, primero derrotó a Kimi Raikkonen y a su veloz pero terriblemente poco fiable McLaren, y luego venció a Michael Schumacher y a Ferrari en el último intento del alemán y de la marca italiana de conseguir un doblete para cerrar con broche de oro una de las asociaciones piloto-equipo más exitosas y fructíferas en la historia de la categoría.

Los cambios de equipo le salen mal a Alonso

A sus dos títulos mundiales le siguieron una serie de decisiones que pueden haberle costado varios títulos mundiales. Primero, cambió a McLaren en el 2007. Dada la velocidad del McLaren de ese año, fue una buena elección, pero se encontró con Lewis Hamilton. Hamilton era el chico de oro del jefe de equipo, Ron Dennis y en esa batalla interna Alonso siempre iba a salir perdiendo.

Así que volvió a Renault y a Briatore en el 2008. Aquí podía controlar todo el equipo, si así lo quería. No hay mejor ejemplo de ello que el Gran Premio de Singapur de ese mismo año. Briatore instó a Nelson Piquet Jr., el joven compañero de equipo de Alonso, a chocar deliberadamente. Piquet Jr., obedeció y Alonso se hizo con el triunfo.

Una acción bastante desesperada, pero a estas alturas estaba claro que Renault había perdido la magia de unos años antes. Para el 2010 parecía una excelente opción que Alonso condujera para Ferrari. Lo que siguió fueron cinco años frustrantes, en los que estuvo a punto de ganar el campeonato del mundo en el 2010 y el 2012, pero se quedó a las puertas gracias a Sebastian Vettel y Red Bull Racing en ambas ocasiones.

Para cuando llegó la era híbrida en el 2014, Ferrari había perdido el rumbo y la relación entre Alonso y el equipo se había agriado considerablemente. Así que al año siguiente optó por una aventura con McLaren y el nuevo proveedor de motores Honda. Aquel proyecto, por desgracia, se convirtió en un drama para todas las partes y a finales del 2018, Alonso le dió la espalda a la F1.

La caza de la 'Triple Corona' de Alonso, en pausa

Alonso se propuso conseguir la 'Triple Corona', con sendas victorias en el Gran Premio de Mónaco en el 2007 y en las 24 Horas de Le Mans en el 2018, solo le eludía tomarse el famoso litro de leche en el círculo de ganadores en las 500 Millas de Indianápolis. Estaba bien encaminado en el ‘17, cuando lideraba la mítica prueba solo para sufrir un fallo en el motor en la última parte de la carrera. En el 2020, el Rally Dakar también llamó su atención.

Así que, durante un tiempo, parecía que Alonso había dejado atrás la Fórmula 1 para siempre, pero durante la temporada 2020 crecieron los rumores de que, después de todo, el español volvería a unirse a Renault. Daniel Ricciardo había fichado por McLaren y, por tanto, había quedado una plaza disponible en el equipo de Enstone para el 2021. Los rumores resultaron ser ciertos y Alonso esperaba revivir viejos tiempos bajo la bandera de Alpine.

En el 2021, el veterano de la F1 demostró que aún tenía lo necesario. Después de unas cuantas carreras, el español encontró el rumbo y volvió a su antigua forma. Su esfuerzo desmedido se vio recompensado con un podio merecidísimo en Qatar, el primero desde 2014.

El ‘22, con la llegada de Otmar Szaffnauer al equipo francés, se tornó agrio para el asturiano. Numerosos problemas de fiabilidad, actos de agresión en pista en su contra por parte de su compañero de equipo, Ocon y una falta de fé en su talento por parte de Szaffnauer llevaron a Alonso a buscar hogar en otra escudería. El retiro de Sebastian Vettel de la categoría le aseguró un lugar en Aston Martin, y para colmo, la operación también incluyó la salida del australiano, Oscar Piastri, de las filas de Alpine. En un golpe, la casa motorista francesa perdió a un bicampeón mundial y a uno de los astros del futuro.

El 2023 mostró que Alonso no ha perdido la velocidad de su juventud, y que, de hecho, ahora es capaz de implementar la madurez y experiencia adquirida por los años y por su paso por otras categorías, capitalizando un primer año con Aston Martin de ensueño: 8 podios, solo uno menos que Sergio Pérez en su RB19. 

La temporada del ‘23 es evidencia de lo rápido que pueden cambiar las tornas en la F1. De estar en tierra de nadie en el ‘22, Aston Martin pasó a ser el perseguidor más cercano de Red Bull. Sin embargo esto duró sólo hasta el Gran Premio de Canadá. De ahí en adelante, Aston Martin empezó a perder prestaciones, en parte gracias a las diferencias en nivel de desarrollo del auto con respecto a los demás equipos hasta ser, en la mayoría de los circuitos, el 6to, 7mo e incluso el 8vo mejor coche. Y aún así, Alonso logró terminar P4 en el mundial.

Fernando Alonso en el 2024

El asturiano de 42 años entra en el ‘24 con su característico aplomo y con el entusiasmo fresco y renovado, muestra de la creencia que tiene en la dirigencia, las cabezas de área, y el personal de la fábrica y del equipo de carreras oficial de Aston Martin, que según las palabras de su propietario, Lawrence Stroll, la marca británica está en la F1 para ganar carreras y campeonatos. 

El ‘24 será el año ideal para poner esta hipótesis a prueba. Después de un inconsistente ‘23, este año Aston Martin buscará dar un paso enfrente y consolidarse como un serio contendiente al título en el futuro cercano, ¿Y quién mejor para guiarlos que el experimentado y talentoso Fernando Alonso?